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26 noviembre 2011

Where Is Your Heart?

El cielo se veía peculiarmente diferente hoy. Tétrico, oscuro, aterrador, un miedo que asustaría al más valiente, pero que decidí ignorar porque podía soportarlo. Estaba parado en el medio de un pastizal de un color diferente; el viento era espeso, difícilmente podía respirar, sentía un ardor cada vez que el aire pasaba a mis pulmones; no había nada a mi alrededor. Nada.

     No sabía qué hacer. Caminar me pareció la mejor opción, así que comencé a andar. Mis pies avanzaban rítmicamente. “Uno, dos, uno, dos” era lo único que pensaba. Anduve unos cuantos minutos, pero todo era igual. El tiempo corría al igual que mis pies. La desesperación aumentaba y quería huir del lugar. Me rendí y me dejé caer al suelo. Rodé un poco entre el pasto hasta encontrar un lugar cómodo. Sin embargo, me di cuenta de algo: después de cambiarme de lugar, el paisaje no era el mismo.

     Me levanté, encontrándome en el lugar donde una vereda comenzaba. Dicho camino parecía no tener fin, pero algo me decía que tenía que recorrerlo. Llegué a un punto en el que la vereda se bifurcaba. Izquierda o derecha, no había más, pero, ¿qué camino seguir? Ambos eran diferentes, pero iguales a la vez. Un camino liso, sencillo de recorrer, pero con una lluvia que podría compararse con la que vivió Noé. El otro camino, por su parte, era difícil de recorrer, piedras, espinas… Pero un sol que brillaba con gran intensidad.



     Y ahí estaba yo, viendo ambos caminos sin poder elegir. El aire se volvía más y más denso y mi respiración se acortaba. Mis rodillas temblaban, al igual que mi cuerpo. Mi cabeza daba vueltas, algo no andaba bien. Mi corazón se detenía y sólo pude caer.

     Desperté tan pronto como mi corazón dejó de latir. Un sueño, perturbador, pero al fin sueño. Me limpié el sudor de mi frente y me senté a la cama. Al parecer mi inconsciente fue capaz de crear lo que mi corazón sentía. Dos caminos, sin un buen final, de un modo u otro, terminaré herido, pero bueno, así es la vida, ¿no?


Título de una canción de Kelly Clarkson