Páginas

04 abril 2014

Sarah Smiles

Observar no tiene nada de malo, ¿cierto? ¿Cuántas veces al día lo haces? Y no, no hablo de mirar distraídamente como sueles hacerlo, sino detenerte a mirar algo porque capturó tu atención. No es malo, ¿verdad?
     ¿Y si miras así a alguien?
     Es como cuando vas a sentarte siempre en el mismo lugar. No importa qué día sea, ni la hora, ni siquiera el clima que azota en ese momento a tu pequeño lugar especial, estas ahí, observando con atención todo a tu alrededor. Observando hasta que ella pase por ahí y te sonría.
     Porque ella siempre sonríe, ¿no es cierto?
     Y te gusta que sonría, porque tú sonríes después.
     ¿Hay algo de malo en esto? ¿Es malo ir a observar a alguien sólo porque te hace feliz de la manera más simple posible? Quizá.
     Pero esa sonrisa te alegra. Y te gusta estar feliz. Te gusta esa emoción boba que surge al instante y como todo lo demás desaparece, sólo con esa sonrisa.
     Quizá sea malo ir a observar. Quizá puede resultar incómodo, extraño o incluso ofensivo para otras personas, pero tú seguirás yendo a verla.

     Y no te cansarás de ella jamás.


     ¿O sí?



Título de una canción de Panic! At the Disco