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06 junio 2018

The Final Page


Para mi Robin: siempre serás tú.

Ese momento, el que nunca pensaste que llegaría, por fin está aquí, al igual que tú, que sólo observas la última página del diario que comenzaste a escribir hace casi seis años. Sostienes firmemente la pluma sobre la página, dispuesto a plasmar las mejores últimas palabras que tu corazón te permita expresar, pero es inútil.
         Hojeas el diario con cuidado. Aunque a simple vista sólo esté compuesto por un montón de hojas, sabes que en el fondo es muchísimo más que eso. Cada letra, cada espacio y cada punto en esas páginas cargan con el peso de la memoria y de las emociones, pues más que simples hojas, el diario se compone de una recopilación inmensa de recuerdos de todo tipo: alegres, tristes, perfectos, horribles… y, aun así, sabes que cada uno de ellos es perfecto a su manera.
         Además de recuerdos, también se compone de retos y experiencias que te llevaron a no ser la misma persona ingenua e inocente de antes. Ahora lo entiendes. El ser humano es imperfecto y comete más errores de los que le gustaría admitir; a pesar de esto, cada uno de ellos te permite aprender y crecer cada vez más, así tropieces en más de una ocasión con la misma piedra.
         Tras hojear el diario por un momento, te detienes en una de esas páginas por un atractivo inconsciente para ti. Algo te llama, algo te hace detenerte en ese punto en específico. Lees con atención hasta que lo encuentras. Tres palabras en una caligrafía distinta a la tuya, pero que reconocerías donde fuera. El mero recuerdo te hace sonreír, y lees en voz alta sus palabras tratando de hacerle algún tipo de justicia fonológica. Te das cuenta de que no puedes dejar de sonreír y, aunque te sientes algo torpe por ello, en el fondo lo disfrutas.
         La nostalgia te invade. Sabes que ese sentimiento no desaparecerá de la noche a la mañana, especialmente después de todo lo que ha pasado. Tampoco los pensamientos obsesivos de duda se irán: ¿qué pasará después? ¿Es acaso un error? ¿Y si no debía ser así? Sin embargo, te repites que nada es seguro en esta vida, y sabes bien que, aunque duela, fue la decisión más sensata que se pudo haber tomado.
         El diario termina aquí, pero no por eso la vida se detiene. Tendrás uno en el futuro, quizá uno que llenes completamente tú sin la mano de alguien más dejando huella entre sus páginas. Quizá tu coautor haga lo mismo, e incluso podría escribir las páginas de alguien más, aunque te duela el sólo pensarlo. Sin importar lo que la vida depare, este largo diario será recordado con algo más que amor, y tú estás bien con eso.
         Finalmente, descubriste que lo más importante es que lograste entender que no porque algo no sea perfecto, significa que no sea bueno. Seis años se dice fácil, pero fue en realidad una montaña rusa de emociones y de sucesos. No obstante, la clave de todo es el tener la compañía necesaria para hacer de un largo viaje una aventura maravillosa.