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09 enero 2021

over the rainbow

 Dorothy tuvo una tarea muy simple: seguir el camino de ladrillos amarillos. El camino era obvio para llegar a su destino. La vida, no obstante, no funciona así.

         En ocasiones, uno puede pensar que llegar a su destino es un camino fácil; más aún, tener un plan de vida con objetivos claros parece hacer las cosas más sencillas. Es un ejercicio relativamente común: piensa en tus fortalezas y debilidades, en tus sueños y en tus áreas de oportunidad. Luego proyecta qué quieres alcanzar a corto, a mediano y a largo plazo. Fija una meta y delimita pequeños objetivos que permitan acercarte a ese lugar deseado. Finalmente, hazlo y llega. Simple, ¿no es así?

         Pues no, no lo es. Hay un dicho popular, para todos aquellos creyentes, que dice: «Si quieres hacer reír a Dios [o a la deidad de tu preferencia], cuéntale tus planes». Si bien la idea de que un ser superior determina el rumbo de tu vida está abierta a debate, este dicho sí presenta cierto nivel de veracidad. Tal vez Dios no se va a reír de lo que tienes en mente; tal vez el universo no se burlará en tu cara al ver todo eso que quieres alcanzar, pero definitivamente lo impredecible de la vida sí será un claro obstáculo para lograr tus objetivos. ¿Quién dice que aquel joven que espera ser un exitoso dueño de un negocio dentro de cinco años no será atropellado el día de mañana? Lo único que logrará en cinco años es ser un cadáver en descomposición dentro de un féretro. Incluso podría ser un montón de partículas de ceniza que vuela a merced del viento. ¡Ni siquiera ese joven pensó qué sería de él estando muerto!

         Quizá es un pensamiento fatalista. Tener revoloteando en el fondo de tu mente la idea de que no sabes si vivirás mañana es agotador, mas no incorrecto. Personalmente, la optimista frase de: «Todo puede suceder» ya no logro percibirla como algo positivo. Dentro de ese absoluto todo existe un sinfín de posibilidades y, aunque usualmente la gente se centra en los aspectos positivos ―en el potencial, el esperanzador todo―, no todas ellas son felices. Es claro que en segundos la vida de una persona puede tomar un rumbo diametralmente opuesto y podría ser algo fuera de nuestro control. No se trata de adjudicarle a la vida el desarrollo y el desenlace de la tuya; es claro que el ser humano tiene poder sobre sus decisiones y las consecuencias que estas generen serán responsabilidad de cada uno. Sin embargo, es válido resaltar que no tenemos el control de todo y recibiremos inesperados cambios que deberemos afrontar de la mejor manera.

         Así que, si tu plan es conseguir tu trabajo soñado, casarte con tu pareja perfecta o criar al mejor hijo (o perro), toma en cuenta que no se tratará de un metafórico camino amarillo que te lleve hacia allá fácilmente, sino que habrá topes y giros inesperados que complicarán todo. Sin embargo, no significa que no se pueda superar; solo habrá que reajustar el curso.

 

Título de una canción de MisterWives